Cada persona tiene su propio comfort food viene de nuestras tradiciones, culturas, memorias familiares.
Carbohidratos es la cura azúcar, arroz, trigo , queso leche, mantequilla, vainilla, chocolate son la base de mis ingredientes para mimar.
Funcionan perfecto en ocasiones que tienes que consentir por alguna u otra razón a ese alguien muy especial, sólo piensa en su historia.
La primera vez que lo probé fue en un verano en NY el restaurante era una terraza abierta que parecía una sala en un jardín todo lleno de velas y lamparitas . A pesar de estar acompañada en ese edén , estaba muy sola y necesitaba una mamá a mi la lado que me consolara o alguien que me dijera que todo estaba bien, pero esa comida con un sabor simplón casero mas bien básico me dio cierta tranquilidad y una sensación de que alguien estaba a mi lado acompañándome noblemente y asegurándome tranquilidad para afrontar la situación. Pero todo pasa...y uno se alivia, aprende, se fortalece y se cura y mucho tiene que ver la comida.
La famosa sopa de pollo que cura el alma, gripes, refriados.
Tengo infinidades de recuerdos que vienen a través de la comida.
Mis etapas de mudanzas en los momentos más críticos y estresantes rodeada de cajas y peroles llegaba mi amiga Bessy de su casa con una bandejita un mantelito blanco de lino y una comida minimalista vegetariana exquisita o un vasito de leche tibia con miel y cardamomo para traer tranquilad a mis sueños.
El arroz de la paz que probamos en el toldo Tibetano de una feria gastronomica en Miami Beach hecho con todo lo que nos regala la naturaleza.
La sopita de vegetales rallados que me hacia mi abuela con toda su calma cuando estaba en cama.
Los scones que yo preparo con mucho placer transportada a los "creams tes" de campos ingleses con la receta de mi amiga Rennay de Brighton que trabajaba en un café de un campo de golf.
Los sándwiches de estudiantes que me preparaba Costas, un estudiante Griego que quería ser taxista en Londres cada vez que iba a su casa hacia huevos fritos con un toque de salsa inglesa queso cheddar derretidos dentro de un pan tostado, esa receta se las pase a mis hijos en la categoría de comida fácil y rápida para sentarse a ver TV.
El queso rayado venezolano llanero que mi papá usa en casi todas sus comidas la combinación de lo dulce y salado.
El pan que comprábamos en Bethesda tempranito todos los domingos en la mañana, tostado por encima, recién sacado del horno llegaba a la casa calientito, que ricura , todavía sueño con el los fines de semana voy a ver como consigo la receta.
El aroma de apple pie en el horno que llena toda la casa es lo más cercano a home sweet home, canela y azúcar.
Cuando estábamos vendiendo la casa de Miami yo metía en el horno un pie de manzana o ponía la maquina de hacer pan para que cuando vinieran a ver la casa los futuros compradores se sintieran atraídos y casi hipnotizados por el magnetismo aromático de la harina y el azúcar horneada, los hacía sentir que esa era la casa ideal que les iba a traer felicidad y unión familiar. En verdad funciona el hechizo, al igual que algo que no se ve pero se siente y está presente, es que desde la entrada de la calle hasta mi casa sin que nadie supiera yo tiraba caramelos por todo el camino para endulzar el recorrido a los que llegaban. hoy en día mis hijos se sorprenden cuando les cuento todas esas cosas.
Cuando el terremoto en Los Angeles, CA inconscientemente cada vez que temblaba yo les metía en la boca unos trocitos de chocolate a mis hijos. Después de un tiempo me acorde de eso y ahora me doy cuenta de la sensación de felicidad que produce el chocolate que contiene endorfinas la sustancia química natural que produce nuestro cuerpo cuando uno esta enamorado.
Todas las etapas de mi vida son relacionadas, vividas y diferenciadas a traves de la comida por alguna u otra razón, es como descifrar mis sentimientos, mi persona profunda, mis recuerdos lejanos siempre todos tienen aromas , colores, texturas , sabores.
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